Preventivo: Consiste en realizar inspecciones regulares y reparaciones menores para evitar problemas mayores. Incluye el mantenimiento de sistemas eléctricos, plomería, techos y fachadas.
Correctivo: Realización de reparaciones cuando ya ha ocurrido un daño o mal funcionamiento. Ejemplos incluyen reparar una fuga de agua o reemplazar componentes dañados.
Predictivo: Utiliza tecnologías y herramientas para predecir posibles fallos antes de que ocurran, como sensores y monitoreo de condiciones.